Pasear con perros en la playa de la Barrosa
¿Se puede pasear con perros en la playa de la Barrosa, Sancti Petri o Camposoto? ¿Está permitido el acceso de mascotas (perros principalmente) en las playas de Cádiz? La respuesta en primer lugar es depende. En temporada de verano no es posible en ninguna playa de Andalucía.
Así lo indica la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía:
Durante la temporada de baño queda prohibido el acceso de animales domésticos a las aguas y zonas de baño, con excepción del que resulte preciso para el desarrollo de actividades debidamente autorizadas por la autoridad sanitaria competente.
Se considera temporada de baño, el período de tiempo en que puede preverse una afluencia importante de bañistas, teniendo en cuenta los usos y costumbres locales. A efectos de la prohibición anterior, se considerará temporada de baño el período comprendido entre el 1 de junio y el 30 de septiembre de cada año.
Fuera de la temporada de baño, se sugiere contactar con el Ayuntamiento donde se encuentre la playa, al ser el organismo que posee las competencias en materia de limpieza, ordenación de actividades y seguridad de las playas, así como las relacionadas con animales de compañía.
En caso de tratarse de una playa sometida a una protección especial, por encontrarse en algún espacio natural protegido, se ha de consultar lo establecido en los instrumentos de planificación correspondientes. Si no tuviese puede ponerse en contacto con la Delegación Territorial de la provincia donde esté ubicada la playa en cuestión.
Por tanto, la prohibición es taxativa a priori, aunque no está exenta de polémica porque en las playas concurren potestades de varias administraciones: la del Ayuntamiento, la de la Comunidad Autónoma y la del Estado (ley de costas), ya que las playas son zona de dominio público marítimo terrestre y muchos defienden que las sanciones a dueños de perros realizadas en ella serían ilegales, aunque parece que hay sentencias judiciales que lo deniegan y las multas se están poniendo efectivamente.
Así que la conclusión es que en los meses de verano (y parece que también en temporadas de gran afluencia como la Semana Santa), no se debe acudir con perro a la playa y fuera de ella hay que consultar la legislación local. Las multas existen y pueden rondar los 200 o 300 euros.
¿Qué ocurre en las playas poco transitadas sin vigilancia?
En Cádiz hay muchas playas salvajes y sin vigilancia permanente como Camposoto, zonas de Trafalgar, calas de Zahara etc. En estas playas es fácil ver perros sueltos con sus amos más o menos despreocupados y la sensación es de cierta libertad y ausencia de controles. Puede ser cierto que en estas playas la presión policial es menor, pero la ilegalidad es la misma y nada impide que una patrulla de policía te pueda multar.
La playa para perros de Camposoto
En Camposoto, al otro lado del Caño de Sancti Petri, en el municipio de San Fernando, se ha creado en el verano de 2016 una zona especial para perros tras una consulta popular. La legalidad de esta medida parece un poco en el aire porque la Junta de Andalucía ha prohibido en el pasado estas zonas especiales, pero la realidad es que la playa para perros está en marcha y señalizada.
La zona en la que se ubica, pasado el acceso 8 de la playa a 1,5 kilómetros de la Punta del Boquerón, responde a que es un área con baja afluencia de bañistas y está perfectamente señalizada desde la carretera de acceso a la playa con carteles que indican el camino que se tiene que seguir para llegar a la misma con las mascotas.
El acceso de los perros a la playa canina se hará en todo momento en compañía de sus dueños, con correa, y única y exclusivamente a través del sendero peatonal de la Punta del Boquerón; estando terminantemente prohibido acceder a la misma por la zona de playa habilitada con servicios y equipamientos propios de la temporada estival. Además, el acceso de los perros a la misma se hará en todo momento en compañía de sus dueños y atados con correa.
Esta zona de playa canina ocupa una superficie aproximada de 5.000 metros cuadrados, donde las mascotas tienen que estar sujetas mediante correas, ya sea en el agua o en la arena. Dentro de esta superficie, se acotan 1.125 metros cuadrados mediante un vallado desmontable de madera respetuoso con el medio ambiente en el que las mascotas sí pueden estar sueltas, salvo las potencialmente peligrosas.
Algo es algo, aunque los usuarios que han visitado esa zona especial se quejan de lo pequeño que es el espacio acotado (un corral de gallinas han llegado a decir) y de lo dificultoso del acceso, que obliga a un largo paseo a pie que en horas de calor puede ser difícil para personas con mala salud.